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Un tatuaje es para toda la vida. Esto incluye un resultado espectacular, que refleje una emoción que nos acompañará por siempre, o una severa consecuencia a causa de una negligencia estética. Si usted o alguien cercano se hizo un tatuaje y el resultado no solo ha sido poco satisfactorio, sino que le ha causado algún daño, siga leyendo porque a continuación le daremos información importante.
Valorar si un tatuaje está bien o mal hecho es un criterio subjetivo. Puede no gustarle al cliente, pero tratarse de un trabajo bien realizado. Sin embargo, la falta de higiene sanitaria en un centro de tatuajes, de micropigmentación, perforaciones, o incluso en un spa o salón de belleza donde se utilicen agujas puede provocar una infección grave, cuyo medio de reclamación es por vía civil.
Un estudio de tatuajes debe contar con licencia de funcionamiento, además de cumplir con medidas de higiene, desinfección, guantes de látex y agujas nuevas para cada persona a tatuar. Además, el tatuador debe informar por escrito el proceso a seguir y contar con un consentimiento firmado por ambas partes. Esta es una medida de protección para ambas partes y el cliente podrá usarlo en caso de tener que presentar una reclamación por negligencia.
En México, el Código Civil establece que el consumidor es sujeto a una indemnización por daños y perjuicios a causa de un tatuaje mal realizado. Es importante que la persona afectada cuente con documentación médica en la que se especifiquen los daños a consecuencia del tatuaje, así como el tratamiento a seguir.
Lo más recomendable es que un especialista en la materia y que sea imparcial con el caso, como un perito médico, sea quien valore la gravedad del daño causado.
Además, es importante considerar que, aunque el procedimiento se hará por vía civil. Sin embargo, si el daño o perjuicio es de gravedad, en vez de una demanda civil tendría que presentarse una penal. Por ello es indispensable contar con la asesoría de abogados especialistas en la materia para asesorar cada etapa al cliente y ayudar a que la reclamación proceda y llegue a un término favorable para el cliente.
Antes de hacerse un tatuaje, elija un centro profesional que cuente con licencias vigentes e instalaciones limpias para evitar un posible daño. Desconfíe de tatuadores que trabajan en la calle o en casa ya que no tendrá un consentimiento informado ni un contrato con responsabilidad civil, lo que implica que no podrá reclamar ni denunciar por un tatuaje mal realizado.
Y si ya fue víctima de una mala praxis o de negligencia odontológica acérquese a LEX & CO, nuestros abogados especialistas en negligencia le asesorarán para obtener una resolución favorable o si necesita de abogados laborales para una demanda por despido injustificado. Llámenos al teléfono 55 6840 1076, escríbanos al correo firma.lex.co@gmail.com o a través del formulario de contacto o WhatsApp. Le asistiremos con gusto.
Lic. Carlos Figueroa Rodríguez, abogado titular de Lex & Co. Cuenta con más de 10 años de experiencia en casos especializados en materia de demandas contra negligencias médicas y aseguradoras. Egresado de la Universidad Anáhuac y con Maestría en Derecho Constitucional y Amparo por la Barra Nacional de Abogados, además, cuenta con un doctorado en Ciencias Jurídicas por la UCI México. Cédula profesional 6577215.
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