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De acuerdo con la Organización Mundial de Salud (OMS), las infecciones hospitalarias son los eventos adversos que más causa fallecimiento en los hospitales y pone en riesgo la seguridad de los pacientes.
En general, cualquier persona que ingrese a un hospital corre el riesgo de adquirir una infección. De acuerdo con la OMS, alrededor de 1.4 millones de personas en el mundo adquiere una infección hospitalaria, la cual tiene una prevalencia de entre el 3.5% y 12% en países desarrollados, mientras que en países en vías de desarrollo la prevalencia es de entre 5.7% y 19.1%, es decir, un 25% más pacientes afectados.
Se estima que en Europa alrededor de 3.2 millones de personas adquieren una infección hospitalaria cada año, mientras que en Estados Unidos 1 de cada 136 pacientes hospitalizados se enferman de gravedad y alrededor de 75,000 personas fallecen cada año por una infección nosocomial.
Por su parte, en México, la OMS estima que 450 mil casos de infecciones hospitalarias causan 32 muertes por cada 100 mil habitantes cada año, mientras que otros informes revelan que la prevalencia de las infecciones hospitalarias es de hasta 21% casos de hospitalización y 23% en unidades de cuidados intensivos.
Si bien cualquier persona puede adquirir una infección hospitalaria, el riesgo es más elevado en:
Las infecciones hospitalarias pueden ser peligrosas y mortales, pueden ser causadas por bacterias, hongos o virus. En el caso de bacterias, suelen ser resistentes a los antibióticos y, de hecho, el uso frecuente de antibióticos potencia el desarrollo de cepas más resistentes y difíciles de combatir.
Además, la higiene deficiente es un riesgo latente. Tanto el lavado de manos de los médicos y enfermeras como la limpieza de superficies, el uso de material estéril, el cambio constante de las sondas, el uso de equipo de protección como guantes, cubrebocas y batas es indispensable para prevenir las infecciones.
Si el hospital, centro de salud o clínica no tiene un protocolo de prevención y control de infecciones, o bien, el personal no lo sigue, se trata de una negligencia médica y se puede interponer una demanda. En este caso, el perito es clave para demostrar que la infección fue causada en el contexto intrahospitalario.
Una negligencia médica por infección hospitalaria conlleva enfermedades graves en pacientes sanos por falta de higiene, protocolos de desinfección deficientes u otros descuidos que, en el peor de los casos, pueden causar la muerte del paciente.
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Lic. Carlos Figueroa Rodríguez, abogado titular de Lex & Co. Cuenta con más de 10 años de experiencia en casos especializados en materia de demandas contra negligencias médicas y aseguradoras. Egresado de la Universidad Anáhuac y con Maestría en Derecho Constitucional y Amparo por la Barra Nacional de Abogados, además, cuenta con un doctorado en Ciencias Jurídicas por la UCI México. Cédula profesional 6577215.
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