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Las personas que padecen una enfermedad en etapa terminal, o una condición grave de salud que no mejorará, pueden elegir si desean que se les realicen las labores de emergencia de Reanimación Cardio Pulmonar (RCP) para suministrar oxígeno y mantener circulando la sangre para restablecer la respiración y los latidos del corazón.
En caso de elegir que no se le proporcionen maniobras de RCP, el paciente debe hablar con su médico sobre la orden de no reanimar (ONR) o DNR por las siglas en inglés de do-not-resuscitate, no resucitar en caso de que se presente un paro cardiaco. Es una orden médica que instruye a los proveedores de servicios de salud para no dar RCP a un paciente que ha dejado de respirar, o cuyo corazón dejó de latir.
En pocas palabras, una ONR implica que, en caso de un paro cardiaco o respiratorio, el personal de atención médica no debe hacer nada, lo que deriva en la muerte natural del paciente.
Si bien esta es una decisión difícil, no hay ninguna regla sobre lo que el paciente debe elegir. Suele ser elegida para impedir que se realice un tratamiento invasivo no deseado durante la última etapa de la vida.
La ONR se refiere específicamente a una RCP durante una emergencia. No abarca otros tratamientos como prescripción de analgésicos, antibióticos o cirugía. Lo que sí incluye es: compresiones sobre el pecho, respiración de boca a boca, electrochoque o sondas para abrir las vías respiratorias.
Los poderes notariales y testamentos no están disponibles en situaciones de emergencia. Sin embargo, la ONR queda registrada en la hoja clínica en caso de que el paciente esté internado en el hospital, y puede usarse un dispositivo portable si el paciente sale: una pulsera, una tarjeta para la cartera, entre otros a la vista de los proveedores de servicios de emergencia.
Las maniobras de RCP son aplicadas de forma urgente ante situaciones críticas e imprevistas. Por eso mismo, hay ocasiones en las que el personal no tiene la información del paciente y aplica las maniobras bajo presunción del consentimiento del paciente, o bien, son los familiares quienes solicitan la atención de emergencia.
En pocas ocasiones los médicos omiten intencionalmente la ONR ya que en la mayoría de los pacientes que tienen dicha indicación se considera la posibilidad de un evento cardiorrespiratorio. Sin embargo, el Código Penal contempla sanciones de entre tres meses y tres años de cárcel y una multa de entre 50 y 200 días en caso de médicos que practiquen una intervención quirúrgica innecesaria.
Lamentablemente, las prácticas de RCP pueden dejar lesiones y complicaciones que van desde daño hepático, fracturas de costillas o esternón, neumotórax, lesiones gástricas o esplénicas.
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Lic. Carlos Figueroa Rodríguez, abogado titular de Lex & Co. Cuenta con más de 10 años de experiencia en casos especializados en materia de demandas contra negligencias médicas y aseguradoras. Egresado de la Universidad Anáhuac y con Maestría en Derecho Constitucional y Amparo por la Barra Nacional de Abogados, además, cuenta con un doctorado en Ciencias Jurídicas por la UCI México. Cédula profesional 6577215.
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